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Sexo gay vs. Sexo hetero

Fernando me pregunta cuál es la diferencia en el sexo entre gays y entre heterosexuales. 
Pues bien, aunque la base es la misma: Amor, placer, vicio o lo que sea, hay diferencias, y muy grandes, a la hora de diferenciar entre ambas opciones.
Cuando vosotros hacéis ojitos, nosotros hacemos ojetes.

Mientras en el sexo hetero todo se basa en: toma, toma, toma..., en el sexo gay es más: Uf, ay, ups, ok, dale, más fuerte, vamos... No sé si me he explicado bien.
Mientras vosotros, pensando que eres heterosexal, tenéis tres opciones para penetrar, nosotros sólo tenemos dos. Pero en la pareja gay, ambos pueden usar sus agujeros, cosa que en la mayoría de los machos heteros no sucede. Ellos se lo pierden...
Por otro lado está la lubricación. Y es que ellas lubrican solas y nosotros tenemos que hacer uso de lubricante, saliva, aceite de oliva... Para aprender más, lee aquí.
El inconveniente para nosotros es que tenemos que preparar, al menos, uno de nuestros agujeros.
En el caso de que tengáis un apretón y queráis tener un polvo rapidito, vosotros lo tenéis más fácil porque no os hace falta preparación alguna. Nosotros tenemos que dejarlo todo bien limpio si no queremos que nuestro plátano sea un badana-split con tropezones incluidos.
Ellas tienen una visita desagradable una vez al mes y nosotros no. Nuestra única regla, menstruación, periodo o como quieras llamarlo es cuando comemos en un restaurante asiático o mexicano y nos pasamos con el picante.
Entre vosotros tenéis muy claro quien penetra a quien. Para nosotros esto da más juego porque ambos pueden disfrutar, lo que se llama flip-flop o versatilidad. ¿Qué no es así? Pues hay que dejar claro, desde el principio, quién es el activo y quién el pasivo.
En lo que sí ganamos y disfrutamos mucho más que vosotros es en el poder jugar con nuestro punto G sin miedo a nada. Tú, no lo sé seguro, y los que son como tú no os dejaríais tocar el culo y mucho menos que os metan algo por "el cacas", como dice mi amigo Alex.
¿Pues sabeis qué? A todo hombre eso le haría gritar, gemir y correrse como una guarra en celo. Porque lo probéis, no perdáis la medalla de macho heterogéneo viril, y tampoco os transfigura en uno de nosotros. Simplemente os convierte en un ser humano que quiere conocer su cuerpo y disfrutar de él.

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