Así de clara nos lo expone, R.R., que cree que su hijo algún día saldrá del armario, se dará con la mesita de noche en la frente y correrá a por su primera poll... a por su primera experiencia.
Mira R., que tu hijo se ponga tacones, tus vestidos, le guste maquillarse o jugar con Barbies, no lo hace gay, lo hace maricón profundo. Mi madre, por ejemplo, no lo veía y decía que yo era sensible, cuando realidad era otra...la pobre...
La adolescencia es la etapa de mayores confusiones en el ser humano y muchos jóvenes tratan de definir su orientación sexual, por eso es bueno dejarles experimentar y que sean ellos los que decidan. Tú, como madre, encárgate sólo de asegurarte que todo lo hace con cabeza y de forma segura para evitar enfermedades, embarazos no deseados o posibles traumas en el futuro.
Todos los cambios físicos unidos a la revolución de hormonas afectan a las emociones y por consiguiente a las relaciones con amigos y familia. Al aparecer el interés por el tema sexual, lo único que quieren los jóvenes es estar guapos y sentirse atractivos para atraer personas y cuando no lo consiguen, o sí, recurren al onanismo, autoestimulación, a las pajas, vamos....
Si ya es difícil de por sí, imagínate cuando un joven encima tiene que enfrentarse a su homosexualidad. Se sienten confundidos y sufren porque quieren expresarse pero tienen miedo al rechazo. No seas de esas madres que rechazan. Escúchale, compréndele y ayúdale. Ellos harán de Madonna con "Express Yourself" y tú de Lady Gaga con "Born this Way".
El ser gay no es una decisión que se toma en la vida, simplemente se descubre. Porque el amor no es sólo entre un hombre y una mujer. Hay mil formas de amar.
¿Mi consejo? Actúa de forma natural y haz que también lo sea el ambiente que rodea al joven: colegio, familia, amigos... Expresale tu amor y gánate su cariño, afecto y confianza para que consiga aceptarse él mismo.Si los padres respetan, ellos también lo harán (hay padres que dicen en voz alta que Telecinco está lleno de maricones y eso causa rechazo subliminalmente cuando los niños lo oyen). Habla mucho con él o ella y cread un vínculo comunicativo que sea la envidia de los demás amigos de tu hijo. Busca a alguien que haya pasado por lo mismo y que comparta su experiencia con él. Aún así, no podrás evitar que algún descerebrado le haga daño y se burle de él, pero a la larga, y lo digo por experiencia propia, eso le hará más fuerte.
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