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Cansada del collar de macarrones.

Begoña me cuenta que está harta de los regalos que le hacen sus hijos, como el famoso collar de macarrones, porque luego tiene que usarlos y no le encuentra utilidad ninguna. Le pide a los profesores que avancen, como la ciencia, y pasen a enseñar otras manualidades a sus hijos.

Mira Bego, ¿cuántas veces no te has "devanao" los sesos pensando qué regalar en Navidad, en un cumple o el día de la madre? Eso sin pensar en el precio.
Pues bien, las manualidades son una opción barata y con muchas ventajas, eso sí, si se hace bien.
Para eso debes esmerarte para que la persona que recibe el regalo lo valore y, sobre todo, lo use.
Ten en cuanta que los requisitos que debe cumplir el detalle son:
1- Que sea útil.
2- Que sea creativo (lo que lo hace exclusivo y original).
3- Que tenga poco precio pero mucho valor.
El "do it yourself" es un arte que no todos saben hacer, si eres quien regalas, ni valorar, si eres quien lo recibe.
Si al regalo en sí, le unes una tarjeta contándole el por qué de ese regalo y le cuentas qué pensabas mientras se lo hacías, eso añadirá mucho m´ás valor sentimental a la pieza y se convertirá en un tesoro impagable. Explícale que mientras lo hacías te acordabas de alguna experiencia que hayáis vivido juntos, no sé, una borrachera, una orgía o algo que demuestre lo drama-queen que eres.
Si lo consigues, y el resultado tiene éxito, ya sabes, te puedes dedicar a ello y dejar ese trabajo de mierda que tienes. Aunque tendrás que hacerte autónomo y para ello te aconsejo que lo hagas en cualquier país de Europa, menos en España, que te sacan hasta los ojos para luego comprar ordenadores y destruirlos a martillazos, ya me entiendes.
Una bolsa de tela de saco de patatas para envolver una botella de vino; un calcetín relleno de arroz para calentar en el microondas y convertirlo en saco de calor para ponerlo en las partes del cuerpo doloridas o para calentar la cama antes de meternos en ella; pulserita, collar y pendientes a juego. Por favor, nada de macarrones; pintar a mano una bolsa de tela para hacer la compra (es muy ecológico y muy útil); decora un delantal con una frase típica de la persona... Hay miles de ideas, sólo hace falta ponerse a ello.
Y si no, siempre te quedarán los vales. Recorta una cartulina y con que pongas "Vale por un....." es más que suficiente.
Por cierto, madres del mundo que tenéis ese collar de macarrones y nunca os habéis puesto, no seáis nocivas para vuestros hijos y usarlo alguna vez, aunque sea en casa, pero que él vea que le has dado utilidad y te ha gustado. ¿El truco? Cuando te haya visto con él puesto durante un rato, rompe el hilo y dile que se te ha roto y que otro día, en un futuro muy lejano, tendrá que hacerte otro. ¿Ves? Hay solución para todo, menos para la muerte.

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