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Sexo anal

¡Freddy! Me duele el sexo anal, ¿cómo puedo hacerlo sin que me duela? 
¡Ay, L. R.! Esto es como ir al dentista, duele el primer pinchazo pero luego todo va suave como la seda. Sobre este tema podría escribir una enciclopedia entera pero te lo haré breve para que hoy mismo puedas practicarlo.
Lo primero de todo es tener el deseo de practicarlo con la persona con la que estés. No vale eso del compromiso o simplemente porque él te lo ha pedido. Tienes que quererlo.
Debes calentar motores muy, pero que muy bien y con esto me refiero que no vale con dos besos y un sobamiento de pezones, no. Tiene que ponerte como una cerda en celo. Así que si quiere peces, que se moje el culo y se lo gane.
Una vez superada la prueba inicial, maneja tú la situación, así estarás más cómoda sabiendo que no te va a embestir del tirón desgarrándote los intestinos. Prueba varias posiciones y busca la que mejor te venga a tí: siéntate sobre él, tumbada bocarriba para poder verle la cara o como perrito a 4 patas….¡RECUERDA! Tú eliges.
Usa un buen lubricante y no te cortes si tienes que utilizar medio bote. Puedes meter con tus propios dedos algo de gel dentro de ti para ir preparando el terreno, además eso le excitará a él y te estimulará a ti.

Recuerda que el culo está preparado para que salgan cosas y no para que entren, así que no te extrañes si sientes la sensación de que tienes que ir a…¿cómo decirlo para que no suene feo? ¡Cagar!, mientras te está cabalgando. La sensación esa es normal, pero es sólo eso, una sensación. Debes de estar relajada en todo momento y no cierres las nalgas cuando vaya a entrar, al reves, aprieta como si quisieras sacar gases, verás como entra mejor.

Y lo último, y no menos importante, es que para que estés más cómoda debes hacerte un lavado anal. Quita la alcachofa de la ducha, pon el agua templada, no muy caliente que te puede destruir toda la flora intestinal y dejarte el interior seco como el Sáhara. Acerca la goma de la ducha a tu ano y deja que entre agua. Espera unos cinco segundos y suelta todo a presión. Repite la operación tantas veces sea necesario hasta que el agua salga limpia. No te metas mucha agua porque irá subiendo por tus intestinos y será difícil sacarla toda. También puedes usar un enema, pero no abuses de ellos. Si aún así, mientras estás practicando el sexo anal, saliera alguna suciedad, no te extrañes. Lo extraño sería que salieran monedas de dos euros.
Y para aquellos que aún no lo han practicado y esperan hacerlo en un futuro, id preparando el camino y masturbaros analmente para conoceros mejor. Y hombres del mundo, abrid vuestras mentes y probadlo. Descubriréis vuestro punto G y practicarlo no tendrá nada que ver con vuestra preferencia sexual, vamos que seguiréis siendo machotes aunque os pongan el culo como el imperio del sol naciente.

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